Quiero presentar esta sección y dar la bienvenida a cualquiera que haya tenido la suficiente curiosidad para haber llegado hasta aquí… ¡Felicidades! ese es el primer paso de un científico: sin la curiosidad el ser humano no habría descubierto todo lo que ha descubierto, y esa curiosidad es la que nos ha de llevar a conocer a nuestros animales desde una nueva perspectiva, menos objetualizada, menos humanizada, y más real.
Mi primer objetivo al escribir esta serie de artículos es propagar el amor por los animales en general, y fomentar la responsabilidad como propietarios de atenderlos y cuidarlos lo mejor posible. Para ello es fundamental el conocimiento y la información adecuada… y esa será mi principal labor.
Todo mi trabajo, y todo lo que voy a escribir en esta sección, está basado en verdades estudiadas o demostradas mediante el método científico. No obstante, como comunicadora me permito adaptar este conocimiento al lenguaje común y a la practicidad de la vida real. Esto puede llevar a que en momentos pueda parecer que me aparto de la veracidad de la ciencia, pero será solo con fines prácticos y divulgativos para hacer que todo ese conocimiento real sea asequible para todo el mundo.
Con esto quiero recalcar que mi objetivo no es escribir ensayos científicos, sino compartir consejos prácticos que puedan ayudar a cualquiera que lo necesite; aunque es igualmente importante recalcar que todo lo que voy a decir aquí tiene una justificación estudiada y demostrada, y no tiene nada que ver con valores personales sino con conocimientos universales actuales.
Aunque a nivel personal defiendo la ética animal como principio básico de mi trabajo y mi relación con los animales, el hecho de defender vehementemente el uso de métodos amables en la educación canina y felina, tiene más que ver con la ciencia que con mis valores; ya que científicamente existen diversidad de estudios que rechazan el uso de métodos aversivos en la modificación de conducta animal, debido a todos los efectos secundarios negativos asociados a ellos.